sábado, 16 de octubre de 2010

La Invasion Ecuatoriana

Luego de una guerra o conflicto, las partes involucradas tienen que orientar sus esfuerzos a maquillar sus errores y explicar sus acciones con los consecuentes resultados. Tanto Perú como Ecuador hicieron uso y aplicación de esta tradicional forma de evaluar la guerra.
Hay quienes solo tienen una perspectiva de lo sucedido, los que estuvieron frente a frente con el enemigo.
Los ecuatorianos se prepararon adecuadamente para la guerra del Cenepa, pero deben reconocer que volvieron a perder, ellos nos derribaron aviones y helicopteros, ok, sin duda, muy bien emboscados. Pero en tierra se retiraron, pelearon, pero se retiraron.
Las acciones en el Cenepa fueron muy sacrificadas para las armas peruanas, por lo agreste del terreno asediado, la falta de suministros (alimentación, agua y municiones), la carencia de un poder de fuego de infantería acorde con la posición atacada y específicamente la imposibilidad de atacar las posiciones de artilleria ecuatorianas.
No así Ecuador, el abastecimiento logístico y de personal se hacia sin mayores problemas entre los puestos situados en territorio ecuatoriano y la Y, el problema se suscitaba para ellos cuando "bajaban" a la zona caliente, tenia que emplazarse a sus puestos defensivos (porque jamas tomaron la iniciativa, nunca salieron de sus agujeros para presentar combate).
El grupo FOES empleó el equipo normal de cualquier soldado: FAL, pistola 9mm, granadas, RPG y lanzagranadas. Nosotros tenemos más equipo, pero también otro tipo de misiones, preferimos las acciones (donde insertados) podamos tomar al enemigo desprevenido, y salir con el mismo sigilo, el tipo de guerra que cumplimos no nos es desconocida, pero debimos adecuarnos a los procedimientos del EP, que para nosotros eran "demasiado ruidosos" pero altamente efectivos.
Los comandos del EP, recuerdo que llego una unidad del Huallaga, son muy profesionales, se arengan, se miran, se "putean" y siguen adelante; contrario a nosotros, más acostumbrados a operativos discretos.
Como comentario, les puedo indicar que los del EP sabian donde estábamos en pleno combate, por la exactitud de la secuencia de nuestros disparos y la coordinación para mantener el fuego al cambiar de cargador, ellos decian que "recitábamos" al disparar.
Los efectivos EP tienen procedimientos de combate especiales, procedimientos a los que los ecuatorianos les tenian auténtico pavor, reitero, jamas entablaron combate con nosotros, siempre retrocedian, huian si se puede usar una palabra, ellos pensaban que nosotros no tomábamos prisioneros, dejaban munición, raciones (que no eran muy útiles) en su "corrida". Mis colegas son bastante furiosos, nosotros preferimos pasar desapercibidos.
Los pilotos de los helicopteros y aviones de transporte se comportaron a las mil maravillas. Los "lagartos" también fueron muy eficaces, lamentable lo de Schenone, se acercó demasiado para hacer más precisa y efectiva la pasada, no tuvo oportunidad, le cayeron de todos lados según me contaron.
Los aviones de ataque de la FAP esperaban hasta el último minuto por la confirmación de bombardeo, el dato llegaba desde tierra, y se atacaba a ciegas, sin blancos "marcados" y se estaba a merced de la cobertura ecuatoriana, era arriesgado, y ya sabemos lo que nos costó, pero los de la FAP hicieron buen trabajo, no dejaban de venir con su apoyo.
Yo desconozco si habia ordenes de no atacar Coangos y Banderas (se veian los fogonazos de artilleria de protección que salian de Coangos).
El General Moncayo (del ejercito ecuatoriano) manifiesta una y otra vez que no fueron desalojados, bueno, lo considero una opinión. Tiwinza fue tomada en al menos 03 oportunidades, la del "miercoles negro" fue la más fuerte ya que se atacó simultáneamente por varios frentes. La carencia de munición o de cobertura (no podíamos quedarnos soportando el fuego de morteros y artilleria) nos obligaban a replegarnos a posiciones seguras y espectantes, siempre alrededor de Tiwinza.
Tiwinza no es una base, ni un pueblo; era un lugar de avanzada ecuatoriano, muy bien defendido, en una posición perfecta para este fin y trabajado, no voy a decir "fortificado" con este objetivo. Se le asedió según las órdenes y las posibilidades, y pese a esto, la abandonaron (o se replegaron) en varias oportunidades (llamémosle "tres veces" para resumir), la oportunidad definitiva, la que los ecuatorianos llamaron "Miércoles negro" no solamente la abandonaron, dejaron armas, morteros (munición), radios, raciones, granadas, cantimploras, etc.; los del EP "levantaron" algunos de los items detallados, instalaron "sorpresitas" (supongo que eso eran) y nos replegamos, la orden que recibimos fué la de "perseguir y desalojar al personal remanente", orden que el Comandante EP comunicó al Capitán nuestro, lamentablemente no pudo ser ejecutada ya que nuestras municiones estaban casi agotadas (es de indicar que teníamos ya varios días en combate sin la provisión del caso), se nos envió (FOES MGP) a tomar una posición de avanzada a unos 120 m al norte para emboscar y repeler cualquier intento de "contraofensiva", los del EP tuvieron tiempo de desmontar algunas cosas que "olvidaron" al salir de su posición, a los 12 minutos aprox. de haber desalojado la posición, una patrulla del EP que tenía nuestra misma tarea, pero más retrasada y cerro abajo, atacó a un grupo de efectivos ecuatorianos que quisieron regresar por el flanco, se reportaron 05 muertos confimados + 04 sin confirmar; al parecer ese grupo salio corriendo otra vez justo hacia nuestra posición, se acercaron hasta 10 metros aproximadamente y abrimos fuego, 04 muertos confirmados; justo cuando se revisába a los caídos, se inició otra balacera : otra patrulla de seguridad EP rechazó a otro grupo. Yo miré al Capitán de Fragata a los ojos y le dije que ya las municiones estaban casi agotadas (ya teníamos solo 7 a 8 balas en el cargador más 02 cargadores completos), y parecia que iban a seguir llegando, nos organizamos nuevamente dejando más espacio entre cada uno de nosotros para abarcar más terreno y ampliar el radio de cobertura. Previamente habíamos comunicado nuestra situación al Comandante (al parecer todos estaban en las mismas), pasaron tres minutos (que parecieron como media hora) y recibimos la orden de replegarnos (sin amenaza real cercana), donde contabilizamos recursos, redistribuimos munición, reportamos bajas (=0), antes de ello se inició un ataque de morteros y artilleria, pero no concentrada, disparaban a los alrededores y de manera errática, entonces comprendimos que no sabían ni donde estaba su propia gente.
En el ataque se abatió a varios invasores (no pondré cientos para no herir la susceptibilidad de lectores y por respeto a los militares caídos), ellos no esperaron nunca una ofensiva tan cercana y decisiva, pensaron que siempre se iba a atacar por puntos específicos y por grupos; pero ese día se arremetió por todo el frente y se consiguió el objetivo.
Si los soldados ecuatorianos eran tan bravos, valientes y con objetivos e ideas claras, ¿por que no se quedaron a rechazar el ataque y esperar el apoyo?, por que se retiraron (no replegaron porque estaban siendo atacados, y aún así se cubrieron bien la cola porque dejaron más minas, pero como estarian de "apurados" que no las "sembraron" todas, algunas les quitaban el cobertor, el seguro a las justas y así las tiraban, porque estaban a la vista, ahi no mas botadas), ¿por que se retiraron si tenían la munición suficiente tanto para fusileria (ellos usaban fusiles alemanes HK G3) y morteros? .... ¿saben porque? porque nos tenian auténtico miedo; cuando hicieron contacto visual positivo, dejaba de disparar la primera línea de fusileros, se retiraba y quedaba la segunda y asi sucesivamente hasta que todo quedó callado, se retiraron. ¿Cuantos muertos tuvieron en todo el conflicto?, Las Fuerzas Armadas ecuatorianas lo saben, y lo saben perfectamente. No lo pienso discutir.
Yo reconozco que nuestra superioridad no mostró una conducta operativa acorde con las circunstancias (con honrosas excepciones), pero en el campo de batalla hombre contra hombre, fusil contra fusil, como se dice en los gallos: "corrieron", quizá esas eran sus órdenes "disparar dos veces y salir en retirada, porque así estaban los cargadores de los fusiles abandonados : 2 o 3 disparos, nada más. ¿Eso es fantasía? no, eso fué lo que pasó.
Pude apreciar algunas fotos de "Tiwinza" del Ejercito Ecuatoriano, ¡¡que pendejos!! (disculpen la frase) la zona de Tiwinza no está al fondo de un valle, es la cima de un cerro, la atacamos con rockets y bombas desde el aire en una primera parte, morteros y RPG en los combates de infanteria, y los "macacos" me presentan la foto de un helipuerto con unas cuantas covachas. No sé.
Esas fotos que muestran los ecuatorianos de su Tiwinza se parece mas a la foto del campo ecológico de Huachipa y no una zona de guerra. Más marcas tenia la cejita "cerrada" del Huallaga después de una rocketeada, no falten el respeto, claaaro, es que estaban en su Tiwinza, y le llaman "fantasia", esa cantaleta de los lugares con doble nombre ya esta desgastada.
Solo hay una verdad : Ecuador nos derribó un número "importante" de naves y nosotros les jubilamos a varios cientos de primates (me disculpo). No hay otra verdad.
Lei por allí que dicen no haber tenido más de 50 bajas en todo el conficto, me hace gracia, o sea que los cuerpos que yo vi ¿de quienes eran? ... bueno, siempre he tratado de ser respetuoso con las bajas enemigas.
Los ecuatorianos argumentan valor, coraje, moral .... no estoy de acuerdo, aunque habia combatientes ecuatorianos muy profesionales, ellos tenian la doctrina de no dar la cara en combates cerrados o cuerpo a cuerpo, al percibir que nuestro avance nos acercaba cada vez más, retrocedian, No así en nuestro caso, los repliegues se realizaban en condiciones seguras. Excepto en el combate el 22, en que desmontaron todo rapidamente, instalaron unos cazabobos (quizá me equivoque, lo vi un tanto lejos porque nos encargaron proteger las posibles vias de refuerzo) y salimos.
Emociona recordar todo y compartirlo, yo no sé si seria verdad, pero daba gusto y aumentaba nuestra moral lo que nos contaba la gente que llegaba del Milagro : nos decian de que se estaba juntando un número grande de reservistas (civiles) que querian venir a la zona caliente.
Si se presentara un conflicto como el actual, espero que se actue de diferente manera, en el 95 estábamos muy supeditados a lo que la diplomacia exigia, no podiamos internarnos en territorio ecuatoriano, no podiamos atacar la fuente del problema, sus refuerzos llegaban y llegaban impunemente mientras que los nuestros demoraban.
Actualmente si se presentara otra infiltración, ya seria fehaciente la agresión, el tratado está ya definido y oleado. Pero si se presentara espero que nuestra respuesta sea contundente, un rotundo "no molesten más".
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VIVA EL PERU!!!!!!!!!!!! Read more:

http://es.oocities.com/peruwarriorsofcenepa/foe-cenepa.html#ixzz12YtyWdD3

domingo, 4 de abril de 2010

Tacna La procesion de la Bandera

Tacna y Arica –lo mismo que Alsacia y Lorena– han sido teatro durante su largo cautiverio de episodios interesantísimos que han hecho proverbial en todas partes el patriotismo inextinguible de los hijos de aquellas provincias. Desgraciadamente, en el Perú no ha habido un escritor que –a semejanza de Alfonso Daudet en Francia– haya eternizado esos sucesos en el libro, para ejemplo de las generaciones venideras y también para honra y gloria del país.Yo, que he nacido en Tacna y que he pasado allí mi niñez y parte de mi juventud, he sido testigo presencial de esos episodios que recuerdo siempre con orgullo. Un compañero de labores periodísticas me pide que narre alguna de estas anécdotas, y accedo a la demanda, a sabiendas de que mi relato no producirá en el ánimo de las personas que lo lean la honda impresión que sacudió mi espíritu cuando vi desarrollarse ante mis ojos la inesperada y conmovedora escena que voy a referir.Ocurrió el caso en 1901. Era por entonces Intendente accidental de Tacna el general don Salvador Vergara, hombre impresionable y receloso que, durante su breve administración mantuvo siempre sobre las armas, lista para cualquier evento, a la guarnición militar que se hallaba a sus órdenes, como si esperara que un enemigo invisible atacara la plaza de un momento a otro.Una institución tacneña muy antigua y muy prestigiosa, la Sociedad de Auxilios Mutuos “El Porvenir”, quiso un día hacer bendecir en la iglesia parroquial un magnífico estandarte de seda, bordado con oro; pero, como en aquellos días habían prohibido las autoridades chilenas exhibir banderas peruanas en la ciudad, fue menester enviar una comisión de socios a la intendencia a recabar el permiso correspondiente. La negativa del general Vergara fue rotunda.–No quiero banderas en las calles– dijo–. Provocan manifestaciones patrióticas, y esas manifestaciones dan origen a contramanifestaciones que ponen en peligro el orden público.Y no hubo medio de hacerle variar la resolución.Días después, ya en vísperas del 28 de julio, la Sociedad “El Porvenir”, que deseaba celebrar de alguna manera el Día de la Patria, volvió a solicitar el permiso deseado, y el Intendente volvió a denegarlo.–Lleven el estandarte a la iglesia en una caja– dijo– y en la misma forma vuelvan con él al local de la Sociedad. Así nos ahorraremos un conflicto.Insistió la comisión, alegando que en Tacna todas las colectividades extranjeras, incluso la china enarbolaban su bandera cuando les placía y que no era justo que, sólo los peruanos, que estaban en suelo propio, se viesen privados de esta libertad.Una idea extraña, sabe Dios de qué alcances posteriores, debió cruzar en ese momento por el cerebro del general Vergara, pues, cambiando repentinamente de tono, dijo:–Tienen ustedes el permiso que solicitan; pero con la condición de que me garanticen, bajo responsabilidad personal, que al conducir la bandera por las calles, el pueblo peruano no hará manifestación alguna de carácter patriótico. Exijo, desde luego, de un modo concreto, que no haya aclamaciones, ni vivas, ni el más leve grito que signifique, ni remotamente, una provocación para el elemento chileno.Los miembros de la comisión se miraron un tanto desconcertados, estimando, sin duda, demasiado aventurado el compromiso que se les imponía; pero, resueltos a todo, lo aceptaron, poniendo así, en grave riesgo su responsabilidad.–Está bien, señor intendente– dijo uno de ellos hablando por todos–. No se oirá un solo grito en las calles durante la procesión del estandarte.Al día siguiente los diarios peruanos, a la vez que daban a conocer al público el grave compromiso contraído por la comisión, recomendaban eficazmente a los hijos del lugar que el día de la fiesta honraran con su actitud la palabra empeñada al mandatario de la provincia.Los aprestos para la gran ceremonia, que debía realizarse una semana después, en el Día de la Patria, comenzaron desde luego con toda actividad en medio de la más intensa expectación pública.La institución encargada de organizar el programa –conocedora del carácter altivo y rebelde de la gente de Tacna– abrigaba el íntimo temor de que la fiesta acabara en tragedia. Un viva al Perú, contestado con un viva a Chile, podía convertir las calles de la ciudad en un campo de batalla. En medio de esta incertidumbre, llegó, por fin el 28 de julio.En las primeras horas de la mañana, más de ochocientos miembros de la Sociedad “El Porvenir” condujeron a la iglesia de San Ramón –la principal de Tacna– el estandarte que había de bendecirse. Esta traslación se realizó, intencionalmente, por calles poco concurridas, a fin de evitar, en lo posible, que la hermosa bandera fuese conocida por el vecindario antes de la ceremonia.Comenzó ésta a las diez con el concurso de casi la totalidad de la población peruana.Las tres naves del templo estaban materialmente repletas de gente. Afuera, en el atrio y en las calles adyacentes, una multitud incontable aguardaba, impaciente el fin de la fiesta religiosa para escoltar la bandera del cautiverio.En el altar mayor oficiaba, auxiliado por dos diáconos, el cura vicario de la parroquia, doctor Alejandro Manrique –antecesor del célebre cura Andía– que poco después sacrificó su vida en servicio de la Patria.Bendíjose el estandarte; cantóse un Tedéum solemne, y en seguida el vicario subió al púlpito y habló a la enorme concurrencia, exhortándola a mantener siempre latente en el alma el amor a Dios y a la Patria; a soportar con entereza las amarguras del cautiverio y a confiar sin desmayo en las reparaciones justicieras del porvenir.Esta oración, intitulada “La Cruz y la Bandera”, conmovió intensamente al auditorio.Terminada la ceremonia, la concurrencia comenzó a abandonar el templo y a engrosar el inmenso gentío que se agitaba, imponente, en los alrededores.Al último, cuando ya no quedaba nadie en el interior de la iglesia, apareció en la puerta, sostenida en alto, hermosa y resplandeciente como nunca, la bandera blanca y roja del Perú…Y entonces, en aquel instante solemne, ocurrió allí, en la calle llena de sol y apretada de hombres, mujeres y niños, de toda condición social, algo inesperado y grandioso; algo que no olvidaré nunca; algo que me hizo experimentar una de las emociones más hondas de mi vida.Apareció el estandarte en la puerta del templo, y las diez mil personas congregadas en el atrio y en las calles inmediatas se agitaron un momento y luego, sin previo acuerdo, como impulsadas por una sola e irresistible voluntad, cayeron, a la vez, de rodillas extendiendo los brazos hacia la enseña bendita de la Patria.No se oyó una exclamación, ni una sola exclamación, ni el grito más insignificante, Sellados todos los labios por un compromiso de honor, permanecieron mudos. Y en medio de aquel silencio extraño y enorme que infundía asombro y causaba admiración, la bandera, levantada muy arriba, muy arriba, avanzó lentamente por en medio de aquel océano de cabezas descubiertas.Y pasó la bandera y detrás de ella, como enorme escolta, avanzó el pueblo entero, y aquella procesión sin músicas ni aclamaciones– siempre en silencio, siempre majestuosa– recorrió, imponiendo respeto, y casi miedo, los jirones más céntricos de la ciudad cautiva.En una bocacalle, un antiguo soldado del Campo de la Alianza, un hombre del pueblo invalidado por un casco de metralla, se abrió paso, como pudo, por entre la compacta muchedumbre, y aproximándose al estandarte, besó con unción religiosa los flecos de oro de la enseña gloriosa. Y un enjambre de niños imitó luego al viejo soldado. Y ante aquel espectáculo, a la vez sencillo y sublime, hube de apretar los ojos para contener las lágrimas.Al paso del cortejo –en el cual el gentío parecía transfigurado por el dolor y el patriotismo– los transeúntes se descubrían pálidos de emoción, y hasta los oficiales y soldados chilenos, visiblemente impresionados, levantaban maquinalmente la mano a la altura de sus gorras prusianas en actitud de hacer el saludo militar.Hace largos años que presencié este episodio. En el tiempo trascurrido hasta ahora, sucesos de toda índole han impresionado fuertemente mi espíritu; pero ninguno –lo repito– ha dejado huella más honda que éste en mi corazón.Ahora, al evocarlo después de tanto tiempo, pasan por mi memoria otras cien anécdotas patrióticas ocurridas en nuestras provincias irredentas, y mi ánimo se conforta y crece mi confianza en la salvación de esos pueblos, dignos mil veces de un gran porvenir, y siento orgullo, grande y legítimo orgullo de haber nacido en Tacna.Nota: La histórica Bandera de la Procesión se encuentra actualmente en Lima, en poder del Dr. Artidoro Espejo, ex presidente de la Sociedad Tacneña “El Porvenir”.Fuente: Revista Variedades, Edición del Centenario de la Independencia, Año XVII, No. 700, Lima, Perú, 30 de julio de 1921.

El Dr. Edwin Mamani Huaycani, curso sus estudios primarios en el Centro Educativo Particular Comunal "San Luis", ex 974, su educacion secundaria en el Colegio Nacional "Daniel Becerra Ocampo" y su educacion superior en la "Universidad Privada de Tacna" . Se graduo como abogado por la Universidad Privada "San Pedro". Es miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Arequipa, Sucesor de la "Academia Lauretana" fundada el 10 de diciembre de 1821 .

En la actualidad es docente de la Escuela Superior de Administracion y Marketing ESAM - BUSSINES en las Catedras de Derecho Constitucional y Derechos Humanos en el curso Institucional a la Policia Nacional del Perú, asesor del Sindicato de Pescadores Anchoveteros del Puerto de Ilo, Confederacion Nacional de la Micro y Pequeña Empresa del Perù CONAMYPE - PERU Region Moquegua, Camara de Comercio Binacional Perù - Bolivia, Presidente de la Comisión Patriotica Para la Defensa del Mar de Grau - Ilo, es director y conductor del programa de economia, negocios y actualidad "Opinion en el Aire" por "Radio Austral", "El Informativo" Por "Radio Sabor" y en CANAL 41 TV "Desde el Balcon" Corresponsal de Guerra del Glorioso Ejercito del Perú al haber culminado el curso correspondiente, es tambien columnista de los Diarios "La Region - Puerto de Ilo", "Investigando", de la Revista "Vision de Ilo". En su condición de investigador privado al servicio de las universidades y centros de estudios superiores en el Perú, ha estudiado y ofrecido charlas y conferencias sobre temas de interés nacional e internacional, como la Problematica de la Pesqueria en el Peru, diferendo marítimo con Chile, la Convención del Mar y el Mar de Grau; El Dr. Edwin Mamani Huaycani se encuentra permanentemente disponible previa cita en el correo electrónico: edmamani@gmail.com
ENLACES DE INTERES:
http://www.comisionpatriotica.org/
http://sindicatodepescadoresilo.blogspot.com/
www.defensamarina.org/DefensaMarina_archivos/Titular7.htm
http://www.convemar.net/


domingo, 7 de marzo de 2010

LO QUE CHILE DEBE SABER Y EL PERU RECORDAR

“LO QUE PINOCHET DEBE SABER”

http://mjoh.blogspot.com/2009/09/pinochet-un-dia-como-hoy.html

Este es un comentario nacido a propósito de la actualizaciòn del fantasma de la guerra provocada por la carrera armamentista chilena. En estos días se ha reavivado la noticia y y ha sido co nocida en el ambito mundial.


En efecto, con ese titular, en el que se menciona a general ® Augusto Pinochet, el 29 de agosto de 1978, -o sea, hace la friolera de 37 años-, apareciò en Lima una nota en la revista KUNAN que dirigía el conocido periodista Augusto Zimmerman, muerto ya.
La fecha de apariciòn, más que nada, nos revela cómo pasa el tiempo y como cambian las cosas. Por entonces, el general Pinochet era el amo y señor de Chile, mataba a cuanto chileno allendista se le pusiera por delante y despotricaba de tirios y troyanos. Estaba ebrio de poder y de vida. Ahora, es un guiñapo humano que no puede manejar ni siquiera su silla de ruedas. Derrocado por la mezquindad de sus actos y el paso del tiempo, -que jamás perdona nada-, se creía invencible.
Prepotente, como lo son quienes en algún momento de sus vidas adquieren las características dictatoriales de los reyezuelos, dijo solapadamente que Chile era un país que jamás había sido derrotado por nadie.
Entonces, KUNAN, puso una foto del general con sus lentes negros de espía de telenovela en un rincón de su contraportada, y le respondió de esta manera:

“El general Pinochet desconoce la historia cuando afirma muy suelto de huesos que Chile jamás perdiò una guerra.
“En el siglo XV, un general peruano TUPAC YUPANQUI, gran general, insigne almirante que navegó antes que ningún europeo el mar Pacífico, no sólo derrotó a la resistencia mapuche chilena, sino que se convirtiò en el GRAN CIVILIZADOR DE CHILE, cuyo nombre en quechua, quiere decir “valle hermoso de la tierra”.
“Y esto no lo dice KUNAN. Lo sostiene el historiador chileno Riquelme pariente muy cercano de O`Higgins.
“Riquelme narra cómo Tupac Yupanqui después de vencer en todas sus batallas extendiò los dominios del imperio inca hasta el río Maule, muchísimo más al sur de la que es ahora Santiago. Tupac Yupanqui –dice el historidador chileno- civilizó a los chilenos, eliminó la antropofagia, enseñó el arte de la agricultura y la destreza del trabajo en los lavaderos de oro.
“El ejército peruano enseñó a los chilenos a tejer, a construir, a organizarse socialmente. Y a cambio de su misiòn civilizadora solo exigiò respeto a la autoridad del Cuzco y el pago de contribuciones gracias al oro que los peruanos les enseñaron a trabajar.
“Y el mismo Riquelme agrega: Sin embargo, en los tiempos malos, no cobraban tributos a los pueblos pobres, sino los ayudaban.
“Ejemplo de la magnanimidad peruana. Ejemplo de ayuda noble. Ejemplo de solidaridad humana.
“Sin préstamos atados, sin intereses leoninos, sin ninguna forma de explotación, el Fondo Monetario Internacional Inca respetó los derechos humanos y nunca proclamó el ¡ay de los vencidos!
“Que lea Poinochet la propia historia que han escrito sus historiadores e intelectuales para que se entere de la verdad, para que sepa que Chile fue derrotado por Tupac Yupanqui
“Pero, no solo eso debe enterarse el generasl Pinochet sino también de que, con el general Velasco, el Perú tomó sus previsiones, de ningún modo bélicos o agresivos,pero si destinados a impedir toda agresión que sometiera al pueblo peruano, como hace 100 años”.